Conoce a Juani
Mis inicios en el sector de la Estética fueron completamente fortuitos y, gracias, a eventos inesperados que nos impone la vida, pude descubrir mi verdadera pasión.
Después de formarme como esteticista, pude abordar mi otra vocación: enseñar. Ejercí como formadora en una academia privada enseñando a otras compañeras con las que yo también pude aprender. Pero echaba algo en falta: el contacto con la gente, el abordaje a nuevos retos y mi desarrollo personal. En ese punto, hace 15 años, nació Saule.
Una de las cosas que más me gusta de mi profesión es la carga psicológica que esta conlleva: poder proporcionar el bienestar a través de mis manos y de un ambiente perfectamente estudiado para mejorar la calidad de la experiencia de mis clientes.
Esta “empatía” ha evolucionado en la capacidad de identificar las necesidades de cada piel. Cada rostro y cada cuerpo tiene su propia identidad. Existe un diagnóstico para cada persona y cada época. No hay una solución que sirva para todos.